miércoles, 26 de agosto de 2009

Cuando Harry tuvo la pésima idea de conocer a Sally.

Si no han visto la película de "When Harry met Sally", o lo que imagino será la traducción en español "Cuando Harry conoció a Sally", veanla.

Creo que pocas películas plasman, de una manera tan divertida y adorable, lo que son las mujeres en verdad.

Tengo un par de amigos que me han dicho, "Yo no me quiero casar y nunca tendré hijos". Yo no le veo nada de malo a eso, salvo el hecho de que pensamientos como este pueden hacer que se extinga la raza humana. El problema es que tienen novia.

En esta película la protagonista, Sally, tiene un novio con el que vive por un buen tiempo. Los dos, se supone, tienen la misma idea: no quieren casarse.

Digo 'se supone' porque, después de varios años juntos a Sally se le ocurre que sí quiere casarse y termina con él.

El tipo en cuestión termina andando con una chavita y meses después, sí, meses, se casa con ella.

Aquí hay dos cosas que a mí me purgan.

La primera, creo que todos tenemos derecho a cambiar de opinión. Pero hay cosas, como el matrimonio, que son bastante serias y que uno no debe de tomar a la ligera. Si yo digo: "No me quiero casar", debería ser porque en realidad no me quiero casar. No puede ser que las mujeres seamos tan tontas como para pensar que podemos cambiar la escencia misma de un wey.

Por ejemplo, en otra excelente película, "A él no le gustas tanto", Ben Affleck termina pidiéndole matrimonio a Jennifer Aniston porque sabe que eso sumamente importante para ella. Los dos personajes se separan porque ella quería casarse, algún día, y él no creía en el matrimonio. Al final ella se da cuenta que realmente tiene a la persona que quiere enfrente suyo y que no necesita un papelito. Él, al final, entiende que eso es algo que es importante para ella, y lo único que quiere es hacerla feliz.

La única lección que yo veo que nos deja este ejemplo totalmente irreal (seamos sinceros, pocas veces sucede esto en la realidad) es que ella entiende que no puede cambiarlo, y él la hace feliz tal y como estan.

Lo cual pocas, poquísimas, mujeres entienden. Creo que esta en nuestra naturaleza querer cambiar o "mejorar" las cosas.

Si él desde el principio te dice, "Yo no me voy a casar", ¿qué te hace pensar que tienes el derecho y el poder de hacerlo cambiar de opinión? Y no sólo con esto, hay mil cosas que quiere que cambies. Al parecer, no pudiendo encontrar al hombre de nuestros sueños, necesitamos agarrar al primer pendejo que nos encontremos para moldearlo a nuestro antojo.

Y lo peor del caso es que muchas veces, al empezar una relación, te dicen que eres perfecto, que te quieren tal y como eres y que no cambiarían nada de ti. Con el tiempo, empiezan a salir toooooooooooodos tus defectos. Le molesta que tomes, que digas palabrotas, que te rasques la nariz, que te vayas al fútbol con tus amigotes, que manejes muy rápido y hasta que te comas las uñas. Vaya, ¿que no eras perfecto? No, nadie lo es, y te lo harán saber muy seguido. Hasta parece que evolucionaste de principe azul a rata inmunda en el tiempo que llevas de andar con ella.

Las relaciones son complicadas, sí, y siempre hay que ceder en algo. Tendrás que saber balancear todos los aspectos de tu vida para tener tiempo para todo y mantener, no sólo a todos contentos, si no a tí mismo, pero, ¿no revienta que quieran cambiar tu escencia misma?

Aquí no hay solución simple, como en el post anterior. Esto va en cada quien. Si tu vieja quiere que traiciones tus principios, tus creencias, vaya, quien realmente eres, no hay otra cosa que hacer que poner las cosas bien en claro. Piensa en las cosas en las que puedes ceder y en las que no (ahí es donde ELLA tendrá que ceder) y pon las cartas sobre la mesa. No es justo que la hagas perder su tiempo, y mucho menos el tuyo, si no se pueden complementar y ser compatibles. Si de plano no cede y sigue insistiendo en que ella no puede vivir con tal o cual cosa, o si de plano tú no puedes vivir con lo que te esta pidiendo, entonces un adiós a tiempo evita muchos desmadres futuros.

Por mucho que se quiera a una persona, el asunto tiene que ser recíproco. Si ella no te quiere a tí, si no al príncipe azul que tiene en la cabeza, entonces ¿para que chingados nos hacemos pendejos? Nadie tiene el poder ni el derecho de cambiar a nadie, así como tampoco nadie debería de cambiar sólo para complacer a la otra persona sacrificando nuestra felicidad por la de alguien más.

Ah, y para finalizar, la otra cosa que me purga del ejemplo se Sally que dí al principio es, ¿porqué chingados tenemos que seguir al pendiente de todo lo que sucede con nuestros ex? Si terminaste con él, ¿porqué todo lo que hace y deja de hacer te tiene que afectar? Pero esa... es otra historia.

1 comentario:

  1. Ya!!!!!!!!!
    A partir de este momento me declaro fan
    jajajaja

    Tienes toda la razon, jamas de los jamases los hombres podremos entender a las mujeres...

    Dicen por ahi k "el hombre k no tiene suerte kon las mujeres, realmente no sabe la suerte k tiene"....

    jajajaja

    saludos

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